Tota Blues en Garito de Blues http://garitodeblues.tk/ a paritr de las 22 horas en España ."Dedicado a todos los políticos, gobiernos, organismos, entidades y demás gentes que me van dando letra día a día para mis canciones". Irónica dedicatoria de Tota Blues, en su quinto disco ‘Insatisfacción Total’, grabado entre octubre y noviembre de 2006 en Índigo Estudio, Buenos Aires. Ciudad donde llegó a este mundo, el 8 de febrero de 1974, Flavio Rigatozzo "Tota".
En la ciudad porteña que le vio nacer, con la música en vena de la mano de Muddy Waters y grandes del Blues de Chicago, ya desde temprana edad, comenzó a soplar la harmónica, frecuentando ambientes blusísticos como el mítico Blues Special Club. Se codeó con lo mejor de la cantera argentina, Mauro Diana, Roberto Porzio, Adrián Flores, le enseñarían los caminos del Blues; Rodrigo Villar (Baterista), Martín J. Merino (Guitarra), entre una multitud de magníficos músicos, lo cual le servirá para curtirse en el bluesmen que se ha convertido.
Hace unos ocho, con dificultades de todo tipo, sin casa, sin plata, ni posibilidades de conseguirla, no tenía trabajo y unas perspectivas de futuro bastante negras, ausencia de oportunidades para demostrar ese talento, que poco a poco se va enquistando y para colmo, lo deja la novia, sin nada más que perder, decide liase la manta a la cabeza y junto a su amigo de la infancia, Martín J. Merino, guitarrista y cofundador de la Tota Blues en 1995, mochila al hombro, respectivos instrumentos, guitarra y armónicas, deciden cruzar el charco jugándoselo todo a una carta en busca de un nuevo horizonte. Horas después, estaban en la plaza Cataluña de Barcelona, ilegales, con unos pocos dólares en los bolsillos que dilapidaron instantáneamente, se buscaron la vida tocando en las calles por unas monedas.
Rápidamente son apreciados en los entornos blusísticos de la ciudad Condal, donde son acogidos con los brazos abiertos, comenzando a hacer bolos dando luz al autentico ‘Southside-Sound’ de Chicago, de los años 50 y 60 por el circuito de las tripas fritas de la ciudad. Su prestigio como banda se fue consolidando como música de Blues, siempre acompañado de su inseparable amigo y sideman, Martín J. Merino, formó dúo acústico y la Blues Band, con músicos de la talla de Rodrigo Villar (batería), Piturro Queralt (bajo), también acompañados de Miriam Aparicio (teclados) forman una de las bandas más contundentes y prometedoras del panorama blusero en la lengua de Cervantes.
Ha compartido cartel y escenario con los más grandes músicos de Blues mundial, Louisiana Reed, Phill Guy, Rod Piazza, John Primer y James Cotton, entre otros. Sigue residiendo en Barcelona donde es fácil encontrarlo, acompañado de su inseparable sideman M. J. Merino, destilando Blues por todos los poros de la piel.
Os recomiendo que no dejéis pasar la ocasión de disfrutar del sonido del más puro Blues eléctrico de Chicago, al alcance de la mano. Un saludo a todos los grandes músicos de ese gran país que es Argentina.
En la ciudad porteña que le vio nacer, con la música en vena de la mano de Muddy Waters y grandes del Blues de Chicago, ya desde temprana edad, comenzó a soplar la harmónica, frecuentando ambientes blusísticos como el mítico Blues Special Club. Se codeó con lo mejor de la cantera argentina, Mauro Diana, Roberto Porzio, Adrián Flores, le enseñarían los caminos del Blues; Rodrigo Villar (Baterista), Martín J. Merino (Guitarra), entre una multitud de magníficos músicos, lo cual le servirá para curtirse en el bluesmen que se ha convertido.
Hace unos ocho, con dificultades de todo tipo, sin casa, sin plata, ni posibilidades de conseguirla, no tenía trabajo y unas perspectivas de futuro bastante negras, ausencia de oportunidades para demostrar ese talento, que poco a poco se va enquistando y para colmo, lo deja la novia, sin nada más que perder, decide liase la manta a la cabeza y junto a su amigo de la infancia, Martín J. Merino, guitarrista y cofundador de la Tota Blues en 1995, mochila al hombro, respectivos instrumentos, guitarra y armónicas, deciden cruzar el charco jugándoselo todo a una carta en busca de un nuevo horizonte. Horas después, estaban en la plaza Cataluña de Barcelona, ilegales, con unos pocos dólares en los bolsillos que dilapidaron instantáneamente, se buscaron la vida tocando en las calles por unas monedas.
Rápidamente son apreciados en los entornos blusísticos de la ciudad Condal, donde son acogidos con los brazos abiertos, comenzando a hacer bolos dando luz al autentico ‘Southside-Sound’ de Chicago, de los años 50 y 60 por el circuito de las tripas fritas de la ciudad. Su prestigio como banda se fue consolidando como música de Blues, siempre acompañado de su inseparable amigo y sideman, Martín J. Merino, formó dúo acústico y la Blues Band, con músicos de la talla de Rodrigo Villar (batería), Piturro Queralt (bajo), también acompañados de Miriam Aparicio (teclados) forman una de las bandas más contundentes y prometedoras del panorama blusero en la lengua de Cervantes.
Ha compartido cartel y escenario con los más grandes músicos de Blues mundial, Louisiana Reed, Phill Guy, Rod Piazza, John Primer y James Cotton, entre otros. Sigue residiendo en Barcelona donde es fácil encontrarlo, acompañado de su inseparable sideman M. J. Merino, destilando Blues por todos los poros de la piel.
Os recomiendo que no dejéis pasar la ocasión de disfrutar del sonido del más puro Blues eléctrico de Chicago, al alcance de la mano. Un saludo a todos los grandes músicos de ese gran país que es Argentina.
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