The Mississippi Sheiks fue una banda de cuerdas muy popular en la primera mitad de los años 30, llegando a grabar cerca de 70 canciones. El guitarrista y cantante Walter Vinson y el violinista Lonnie Chatmon fueron los ejes del grupo, que contaba con la participación de otros músicos como los hermanos de Chatmon: Sam y Armenter, mejor conocido en el mundo del blues como Bo Carter.
The Mississippi Sheiks tomaba su nombre de una película muda del año 1921 dirigida por George Melford y titulada The Sheik (El Jeque), protagonizada por uno de los sex symbol de la época: Rudolph Valentino. Una película cuyo argumento no soportaría una mínima revisión del Ministerio de Igualdad: un jeque (Valentino) se enamora de una dama inglesa a la que secuestra. Al tiempo unos bandoleros secuestran a la dama y el jeque acude a su rescate.
Los Sheiks dejaron su influencia en muchos músicos posteriores, no solo de blues sino también de rock, folk y country, y este álbum de homenaje es una muestra de ello. Encontramos aquí un listado de músicos que en su trayectoria ha tenido una relación muy cercana con el repertorio de la banda pero alejándose un poco de ese espíritu original de la música. El rango va desde solistas como John Hammond, el sonido slide de Bob Brozman, el gospel de The Sojourners y la voz con toques jazz de Madeleine Peyroux. Una de las mejores interpretaciones que apreciamos en el registro es “Sitting On Top Of The World”, a cargo de Carolina Chocolate Drops, uno de los grupos contemporáneos cuyo sonido es el que más se acerca a la escencia de The Mississippi Sheiks.
En general, este conjunto de canciones ofrece una invitación al mundo de los Mississippi Sheiks, aunque no tenga mucho la esencia de sus canciones, es una para adentrarse en un mundo del cual, difícilmente, se querrá volver a salir.
Disfrútalo el Domingo 11 de Abril en http://garitodeblues.tk
Reseña de Historias del Blues
The Mississippi Sheiks tomaba su nombre de una película muda del año 1921 dirigida por George Melford y titulada The Sheik (El Jeque), protagonizada por uno de los sex symbol de la época: Rudolph Valentino. Una película cuyo argumento no soportaría una mínima revisión del Ministerio de Igualdad: un jeque (Valentino) se enamora de una dama inglesa a la que secuestra. Al tiempo unos bandoleros secuestran a la dama y el jeque acude a su rescate.
Los Sheiks dejaron su influencia en muchos músicos posteriores, no solo de blues sino también de rock, folk y country, y este álbum de homenaje es una muestra de ello. Encontramos aquí un listado de músicos que en su trayectoria ha tenido una relación muy cercana con el repertorio de la banda pero alejándose un poco de ese espíritu original de la música. El rango va desde solistas como John Hammond, el sonido slide de Bob Brozman, el gospel de The Sojourners y la voz con toques jazz de Madeleine Peyroux. Una de las mejores interpretaciones que apreciamos en el registro es “Sitting On Top Of The World”, a cargo de Carolina Chocolate Drops, uno de los grupos contemporáneos cuyo sonido es el que más se acerca a la escencia de The Mississippi Sheiks.
En general, este conjunto de canciones ofrece una invitación al mundo de los Mississippi Sheiks, aunque no tenga mucho la esencia de sus canciones, es una para adentrarse en un mundo del cual, difícilmente, se querrá volver a salir.
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